El camino hacia la verdadera conversión no es fácil, no se logra yendo a un retiro una o dos veces al año o asistiendo a una reunión fraterna una vez a la semana; si realmente quieres vivir una real conversión tienes que tener DETERMINACIÓN Y DISCIPLINA que te permita crear hábitos positivos en ti que te llevarán a ir creciendo y fortaleciéndote en el Señor, hábitos como orar, leer y meditar la Biblia permitiendo que su Palabra te cuestione, hacer vida en comunidad, participar de los sacramentos; esto te permitirá PERMANECER en el Señor y solo así podrás ver cambios en ti…
“El que permanece unido a mi, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto; porque sin mi no pueden hacer nada” Jn. 15,5
Solo con determinación y disciplina es cómo podemos permanecer en el Señor, ejercitándonos en la oración y la lectura de su Palabra que nos ayudará a despojarnos del viejo hombre viciado por el pecado para revestirnos del Espíritu Santo… “a renunciar a su conducta anterior y al hombre viejo corrompido por seductores apetitos. De este modo se renuevan espiritualmente y se revisten del hombre nuevo creado a imagen de Dios, para llevar una vida verdaderamente recta y santa.” Ef. 4,22-24
Ánimo! Dios es bueno
Jaime O. Maldonado